Días de domingo

A  veces es necesario que sea domingo
Para darte cuenta que nada es fácil.
A veces es necesario que lloren las manos
Para saber que los ojos son dos rompeolas.


A veces es necesario apagar la luz
Para ver claro el camino a seguir.
A veces hay que escuchar la música triste
Para poder sonreírle al golpe.


A veces me sobran sobras
Y me faltan tantas faltas.


A veces, solo a veces
El barco se hunde
Y tú sigues ahí
A flote
Saludando en el silencio
Echando de menos
El azar de la vida


El amanecer por dormir
El atardecer por vivir
Un sinsentido de unas palabras
Que retumban ya tan lejos


En un rocío en los Alpes
Y un olivo en el centro de la ciudad
Luchando contra la distancia
Sin perder la dignidad.


Y llegan los secretos
Y desbaratan los remedios
Los pilares de arena
Ante la tempestad de un aire
Que retumba en el viento
Y se convierte en cisterna.


Y apura el paso
Pero no el tiempo
Y la necesidad se vuelve marea viva
Y ahoga al cantautor
Al sonar reggaeton
En los puertos.


Y volveremos al Náutico
Sin mojarnos de Atlántico
Para recordar tiempos
Lejanos, ajenos, eternos
Bajo el sol de una playa
Que no llegamos a besar.

Volver a empezar

Volvemos a empezar

Sin empezar de cero

Lamiendo las heridas

Y el futuro incierto.

Volvemos a empezar

Sin acabar primero

Ardiendo las cenizas

Que nunca se extinguieron.

Luchamos contra el tiempo

Viendo pasar el día

Sin apenas movernos.

Espero que la vida

Sea lucha y silencio

Por fin la luz que brilla.

Hemos vuelto a encontrarnos (escrito en 2020)

Tras las sombras del confinamiento

Sacamos un haz de luz

en una noche de verano

Para vernos de nuevo.

Con la excusa de tu cumpleaños

Te regalé una montaña

que terminaba en tu boca

Y tú me regalaste un instante

Que me convenció para quedarme.

A final de verano

Nos encontramos donde siempre

Y parecía que nada hubiera cambiado.

La misma sala, la misma gente

Las mismas ganas de besarte

Las mismas ansias para que llegara

Pero a la vez, no llegara el viernes.

El mismo odio a los lunes,

Que no remontaban hasta el miércoles.

La misma delicadeza al juntar

Tus dientes, ahora perfectos

Con los míos, para siempre torcidos.

Las mismas ganas de querer más

Sin poder conseguirlo.

Y pasaban los días

Con sus «byes» y sus «vienes»

Con sus más y sus menos

Con sus taquicardias y sus miedos

Hasta que ayer hubo algo distinto.

El lunes se volvió jueves

Y hoy se volvió viernes.

¿Acaso no será mañana sábado

Para celebrar el finde contigo?

Muro de naipes

Buenos días:

Hoy es día duro, 

me desperté hace mucho 

y ya no pude dormir… 

La cabeza empezó a dar vueltas 

y ya sabes 

cuando la cabeza 

empieza a funcionar… 

Me imagino que hoy no toca vernos

(ya tocó ayer)

así que mejor así… 

Porque igual el castillo 

muro de naipes 

que estamos construyendo 

entre los dos 

hoy se desmorona 

al acercar la mano

 y buscar un simple 

roce 

de tu piel…

La sombra

La sombra se vuelve eterna
Cuando las luces se rinden
La esperanza ya no espera
Y el dolor siempre resiste.

La sombra se vuelve eterna
Si el ojo deja de ver
Un atardecer que espera
Que la luna lo acompañe.

No habrá más oscuridad
Si abrazamos la esperanza
Con la luz de un nuevo día.

Solo así terminarán
Curándose las heridas
Con las olas ya en calma.

Hoy

Hoy me desprendo del abrigo
A pesar de ser invierno.

Hoy abro los brazos y respiro
Un viento frío y nuevo.

Hoy salto al vacío
Sin mirar el riesgo.

Hoy me convierto en alas y río
Que fluye sin agua ni cuerpo.

Hoy se olvida del destino
Sin olvidar el sendero.

Hoy nos recuerda el olvido
A través del pensamiento.

Hoy busca un nuevo camino
Cuando firma el sentimiento.

Por un momento

Por un momento
El atardecer entre las montañas
Era tan espectacular
Que me erizó el vello.


Por un momento
Una de las canciones que sonaba
Me provocó un nudo en la garganta
Y una bendita herida en el alma.


Por un momento Sonó la música
Que me recuerda a ti
Y te tuve más cerca,
A pesar de estar
cada vez más lejos.


Por un momento
quería decirte
Que ojalá estuvieras
allí conmigo.


Por un momento
te imaginé a mi lado
Sonriendo en silencio
Acariciándonos los dedos entrelazados.


Por un momento,
Cuando las montañas se apagaron
La luna se reflejó en mi mejilla
Y al mirarla, me pregunté
Si tú también estarías
En aquel momento,
Sonriendo a aquella luna.


Por un momento,
Me pregunté si estarías
acordándote de mí
Aunque solo fuera


Por un momento.

Playamientos

El sonido de las Conchas
al ser arrastradas x las olas


Desandar las pisadas


Sentir la fría arena en los pies


Vaciar la mente en el mar


Embadurnar el alma de arena


Jugar a hacer castillos
Siendo adulto


Jugar a ser adulto
Con los niños.


Rompeolas en el pecho


Recuerdos de sal en los labios


Sumergir las miserias en la espuma


Pero sobre todo, asomar la esperanza
Bajo el sol de un nuevo día.

100

Los días pasan y pasan
El silencio inunda las horas
Y la desesperanza colorea
de gris los rincones.

Tu pelo, tu cadera, tus labios,
Se desvanecen entre mis manos
Como arena fina
Volviendo al mar.

Si pudiera hacer algo
Si pudiera saber qué hacer
Intentaría cambiar el destino
Con un dulce zarpazo.

Pero ya no sé si es tarde,
Si es conveniente
O si es demasiado.

Y aunque a veces
Todavía recuerdo tu piel desnuda
Con mis manos deslizándose por tus mejillas
Quizás sea el momento
de dejarte que te vistas
Para que te puedas marchar.

Y si alguien me dijera
Que este sería el último poema
Que te escribiría
No sabría
Si creerlo o no.

Echo de menos (II)

Echo de menos
El roce de tus labios
El sabor de tu boca
El calor en mis manos.

Echo de menos
El gemido culpable
La horquilla varada
En pleno oleaje.

Echo de menos
El desayuno como rutina
Las preguntas como excusa
Las miradas como respuesta.

Echo de menos
Las palabras aún por decir
El abrazo aún por llegar
Las sonrisas aún por compartir.

Echo de menos
La ilusión de imaginar
La esperanza de dar
El paso adelante
Sin mirar atrás.

Echo de menos
El rubor de mis orejas
Las posturas de bailarina
Y las manos de pianista.

Echo de menos
Volver a esa normalidad
Tan poco corriente
Pero tan real.

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