A veces es necesario que sea domingo
Para darte cuenta que nada es fácil.
A veces es necesario que lloren las manos
Para saber que los ojos son dos rompeolas.
A veces es necesario apagar la luz
Para ver claro el camino a seguir.
A veces hay que escuchar la música triste
Para poder sonreírle al golpe.
A veces me sobran sobras
Y me faltan tantas faltas.
A veces, solo a veces
El barco se hunde
Y tú sigues ahí
A flote
Saludando en el silencio
Echando de menos
El azar de la vida
El amanecer por dormir
El atardecer por vivir
Un sinsentido de unas palabras
Que retumban ya tan lejos
En un rocío en los Alpes
Y un olivo en el centro de la ciudad
Luchando contra la distancia
Sin perder la dignidad.
Y llegan los secretos
Y desbaratan los remedios
Los pilares de arena
Ante la tempestad de un aire
Que retumba en el viento
Y se convierte en cisterna.
Y apura el paso
Pero no el tiempo
Y la necesidad se vuelve marea viva
Y ahoga al cantautor
Al sonar reggaeton
En los puertos.
Y volveremos al Náutico
Sin mojarnos de Atlántico
Para recordar tiempos
Lejanos, ajenos, eternos
Bajo el sol de una playa
Que no llegamos a besar.